Con su promesa a Tena impresa en su mente, Agni solo puede disfrutar de una paz falsa cubierta de mentiras. Su existencia lo culpa, lo tortura y lo socava, convirtiéndose en una aflicción peor que la ira, el dolor y la locura que había experimentado como Fire Punch. Mientras Agni busca desesperadamente una salida de este infierno, un viejo amigo aparece de repente.